Al ponerse el sol en el oeste y las sombras alargarse en la antigua ciudad maya de Chichén Itzá, se escucha un grito colectivo de miles de personas maravilladas que se reunieron al pie de la Pirámide de Kukulcán el 20 de marzo, el equinoccio de la primavera. Están siento testigos de un espectáculo impresionante, la misteriosa sombre de una serpiente ondulante en la piedra, el símbolo de un antiguo dios que regresa a la tierra.

También conocida como El Castillo, la Pirámide de Kukulcán es una hazaña de ingeniería antigua y un reloj solar, alineada para capturar los rayos del sol poniente en los días de los equinoccios de primavera y otoño en marzo y septiembre, respectivamente. Triángulos de luz y sombre se forman a lo largo de los escalones al norte y aparece la figura de una serpiente, fusionándose con la cabeza de serpiente de piedra al pie del edificio. Se crea la ilusión de una serpiente gigante deslizándose desde el cielo hasta la tierra hacia el Cenote Sagrado.

La serpiente simboliza Kukulcán (también conocida como Quetzalcóatl en el centro de México), el dios de la serpiente emplumada, que regresa a la tierra para dar esperanza a sus seguidores y anuncia la siembra de primavera y la cosecha de otoño para los mayas.

Su Concierge puede ayudarlo a organizar una excursión a Chichén Itzá, sitio Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, para el equinoccio o durante cualquier otra época del año. Este año, el equinoccio de primavera cae el 20 de marzo, pero se observa tradicionalmente el 21 de marzo a Chichén Itzá ya que coincide con un día festivo nacional oficial. La serpiente de luz y sombra se puede ver el día antes y después del equinoccio, si las nubes lo permiten.

Planear un día en el este de Yucatán

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Ek Balam

Comience su viaje maya en el tiempo con una visita temprana al sitio arqueológico de Ek Balam. Situado 20 minutos al norte de Valladolid, Ek Balam (“jaguar estrella negra en maya”) fue habitado desde el año 600 a. C. y alcanzó su apogeo entre el año 600 y 900.

La excavación aún está en marcha en el sitio y en un área de 12 kilómetros cuadrados los arqueólogos ya han desenterrado cinco sacbés o calzadas ceremoniales, paredes defensivas, una cancha de pelota, baños de vapor, chultunes o pozos mayas, varias estelas y más de 60 estructuras que van desde templos y palacios hasta pequeños santuarios. Han descubierto inscripciones jeroglíficas, una tumba real con ofrendas de jade, cerámica e incienso de copal y prueba de los vínculos que Ek Balam tuvo con los estados rivales de la ciudad de Yucatán, en la costa de Quintana Roo y la región del Petén en el norte de Guatemala.

La plaza central está dominada por la Acrópolis, un laberinto de palacios y templos de 31 metros de altura. La joya de la ciudad es un friso intrincado de máscaras de estuco, las estatuas de nobles lujosamente ataviados con tocados de plumas y una figura sentada que se cree que fue uno de los gobernantes.

Los arqueólogos han descifrado las inscripciones jeroglíficas del sitio y otras de la zona, descubriendo que Ek Balam o Talol fue gobernada por una dinastía poderosa y han identificado al padre fundador de la ciudad. Ukit Kan Le’k Tok llegó al poder en 770 d.C. y dio paso a un extraordinario auge artístico y de construcción.

Expertos recientemente han descubierto que los escribas y artistas de Ek Balam trajeron nuevas técnicas, colores, líneas fluidas de la caligrafía y diferentes símbolos a la zona. Estos talentosos pintores influenciaron la pintura de murales en lugares más grandes como Chichén Itzá.

Después de su visita a Ek Balam, darse un chapuzón en las frías aguas cristalinas de un cenote es una gran manera de refrescarse. Hay un cenote justo al final de la carretera desde el sitio arqueológico o puede manejar al cenote Hubiku fuera del pueblo de Temozón.

Valladolid

Como alternativa, puede pasar la mañana en la ciudad colonial de Valladolid. Este tranquilo pueblo mágico está lleno de historia y tradiciones. Empiece por el espectacular cenote Zaci, pasee por la plaza principal hacia la Catedral y haga una visita guiada a la Casa de Los Venados, una mansión del siglo XVII restaurada que es una casa privada y un museo con una colección de más de 3,000 obras de arte popular mexicano. La entrada es una donación de $60 pesos para caridad. Después, camine por la Calzada de Los Frailes, la calle que conduce a la iglesia de San Bernardino y el Convento Sisal. Pasará más mansiones restauradas, tiendas de artesanías, un taller donde el cacao se transforma en chocolate utilizando técnicas tradicionales y una perfumería.

Al norte de Valladolid, una excursión a la destilería artesanal Mayapán le dará una buena idea sobre el mundo del agave azul, la planta que nos da el tequila. Originaria del estado de Jalisco, la planta florece en los campos que rodean la destilería.

Cuando las plantas tienen siete años de edad se cosechan por su raíz o piña, que luego se asa. El líquido azucarado se aplaste de la piña cocinada, se fermenta, destila y almacena en barriles de madera hasta que esté listo para ser embotellado como Mayapán blanco, reposado o añejo.

Mayapán no es el único licor que se produce en Valladolid, la ciudad también es famosa por el Xtabentún, el licor con sabor a anís fragante de la península de Yucatán, que está hecho de miel y una flor local.

Cenotes y cuevas

Justo a las afueras de Valladolid, Dzitnup o Xkeken es el cenote más famoso de Yucatán y hay más de estos misteriosos cenotes para visitar en el camino a Chichén Itzá. Visite el cenote Ik-Kil Cenote y las cuevas Balancanche durante sus viajes por el este de Yucatán.

El amanecer en Dzibilichaltun

Chichén Itzá no es el único centro ceremonial maya en la península de Yucatán con templos con alineaciones solares, lunares o planetarios. La puerta del Templo de las Siete Muñecas en Dzibilchaltún (21 kilómetros al norte de Mérida) hace un marco perfecto para el sol naciente el día del Equinoccio.