En una conferencia que se llevó a cabo en Cancún del 8 al 15 de junio sobre los jaguares y otros felinos tropicales que viven en el continente americano, México compartió información importante acerca de la población de jaguares del país. El Segundo Censo Nacional de Jaguares reveló que hay alrededor de 4,800 jaguares en México, un aumento del 20 por ciento sobre lo reportado en 2010.

El censo fue coordinado por el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con el apoyo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y la Alianza WWF – Fundación Telmex Telcel. Participaron 25 grupos de 16 instituciones académicas diferentes con la instalación de 396 trampas de cámara en 11 sitios diferentes en todo México. Los censos se realizaron en las Reservas de la Biósfera Montes Azules y La Sepultura en (Chiapas), Sierra del Abra Tanchipa (San Luis Potosí), Los Chimalapas (Oaxaca), Laguna Om y Reserva El Edén (Quintana Roo), Nevado de Colima (Jalisco), Sahuaripa (Sonora), Meseta de Cacaxtla (Sinaloa), Sierra de Chilpancingo (Guerrero) y Punto Puuc (punto en el centro de la Península de Yucatán donde convergen los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo).

Ubicadas a lo largo de senderos en la selva que utilizan los animales o cerca de fuentes de agua, las cámaras trampa detectan el movimiento y toman fotos de jaguares, pumas y otros animales que pasan por ahí. Durante 60 días, las cámaras del censo tomaron fotos de 20 especies diferentes, incluyendo pecaríes, venados, agutíes y pavos ocelados, todos ellos animales de presa importantes para jaguares y pumas.

Los resultados de la encuesta reflejan mayores esfuerzos para proteger al jaguar, el felino más grande del continente americano. La creación de nuevas reservas en México, la mejora de la coordinación y las técnicas de censo, la reforestación y una mayor conciencia sobre los peligros que este magnífico animal enfrenta por la pérdida de hábitat y la caza ilegal están ayudando, pero se necesita más trabajo para sacar a este gran felino del borde de la extinción.

La creación de corredores biológicos que conectan las reservas por donde se sabe que circulan los jaguares puede ayudar, así como la reforestación, la protección de importantes extensiones de selva amenazadas por el desarrollo y los pasos subterráneos para la fauna en las carreteras. Los biólogos también están trabajando con comunidades rurales y ganaderos que ven a los jaguares, pumas y ocelotes como un peligro para su ganado.

Las poblaciones más grandes de jaguares se encuentran en el sudeste de México, en las selvas de Quintana Roo, Campeche y Chiapas.

(Fuente de información del censo: WWF)