Una enorme sombra en el agua, puntos de dominó sobre la piel azul gris e inmensas mandíbulas abiertas para filtrar agua y plancton, el pez dominó o tiburón ballena está aquí. Los gentiles gigantes del mar empiezan a aparecer en el Caribe mexicano en el mes de mayo. Los reportes empiezan a surgir de los biólogos que los monitorean, los pescadores hablan de avistamientos y los observadores del tiburón ballena se preparan para su increíble encuentro con el pez más grande del mar.
¿Qué es lo que atrae al tiburón ballena? La respuesta es el alimento. Los tiburones ballena migran por miles de kilómetros a través de los océanos, desplazándose durante el año entre áreas de alimentación. Desde mediados de mayo hasta mediados de septiembre, se reúnen en grandes números en el Caribe mexicano para alimentarse del plancton que prolifera en las cálidas temperaturas del verano. Los biólogos marinos que trabajan en el área también han descubierto que también les gustan los huevecillos de un pez llamado bonito.
Las áreas de alimentación del tiburón ballena se ubican al este de Contoy e Isla Mujeres y en el Golfo de México cerca de Holbox y Cabo Catoche y son parte de una reserva de la biósfera marina. Puede haber cientos de tiburones ballena rozando la superficie del océano para filtrar el plancton en lo que los científicos creen que es la concentración más grande del mundo.
Durante el verano se ofrecen paseos eco-turísticos en grupos pequeños a las áreas donde se reúne el tiburón ballena. Los observará alimentándose del plancton alrededor de su lancha y usted puede nadar entre ellos acompañado de un guía experto, una experiencia única en la vida.
En el viaje en barco al área del tiburón ballena, existe la emoción adicional de observar delfines silvestres y tortugas marinas. Enormes manta rayas se reúnen para alimentarse del plancton junto a los tiburones ballena y algunas veces saltan fuera del agua en vuelos espectaculares.
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