Las Maravillas de Chichén Itzá
A medida que el sol se pone en el día del equinoccio de otoño, la ciudad maya de Chichén Itzá da la bienvenida a un antiguo dios. Se forman triángulos de luz y sombra a lo largo de la escalinata norte de la Pirámide de Kukulcán, ondulando hasta llegar a la cabeza tallada de una serpiente al pie del edificio. Esto crea la ilusión de una inmensa serpiente que desciende de los cielos. Los mayas creían que se trataba de Kukulcán, el dios serpiente emplumada también venerado en el centro de México como Quetzalcóatl, y que estaba regresando a la tierra para traer esperanza a sus seguidores. Este impresionante espectáculo es tan solo una de las maravillas de Chichén Itzá. ¿Qué le parece planear una visita este mes para aprender más?
En la antigüedad, Chichén Itzá era una ciudad poderosa que se extendía por un área de 15 kilómetros cuadrados. A la fecha, sólo el tres por ciento de este vasto sitio arqueológico está abierto al público. La famosa pirámide de Kukulcán, el Observatorio y los templos de los alrededores han dado a Chichén Itzá un lugar en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y los arqueólogos continúan excavando templos y palacios en la selva. Han descubierto barrios residenciales, evidencia de antiguas plantaciones de cacao, campos y pozos, una red de sacbés o caminos y los vestigios de murallas defensivas alrededor del centro sagrado de la ciudad.
Un poco de historia
Los primeros templos de Chichén datan de entre 600 a 800 d.C. y fueron construidos en el estilo arquitectónico Maya Puuc y decorados con las máscaras con la nariz retorcida del dios de la lluvia, Chaac. Entre el 967 y 987, la ciudad fue invadida por los itzáes, conquistadores guerreros provenientes del poniente quienes trajeron un estilo de construcción y de arte diferentes. Tenían vínculos con culturas del centro de México y sus bajo relieves muestran serpientes, águilas y jaguares devorando corazones, guerreros y cráneos.
En el apogeo de su gloria, la gran metrópoli de Chichén Itzá controlaba Yucatán política, comercial y militarmente. La ciudad fue abandonada en 1250, pero cuando el conquistador Francisco de Montejo exploró las ruinas en el Siglo XVI, quedó tan impresionado que consideró hacerla su capital.
Explorando Chichén
Pirámide de Kukulcán
Donde sea que se encuentre, su mirada es atraída a la formidable Pirámide de Kukulcán o El Castillo, en el corazón de la plaza sagrada, un símbolo de poder ancestral. El edificio que vemos hoy fue construido por los gobernantes Itzáes entre 1050 y 1300 d.C. Sin embargo, estudios que utilizan tecnología de detección remota muestran que existen tres templos en el lugar, el más antiguo construido entre 550 y 800 d.C. encima de una cueva que contiene un cenote. Más tarde, los gobernantes erigieron sus propios monumentos alrededor de él para canalizar la energía sagrada.
La pirámide de 25 metros de altura es un reloj solar, está alineado de forma precisa para capturar los rayos solares del sol poniente durante los equinoccios de primavera y otoño en marzo y septiembre. La aparición de la misteriosa figura de septiembre es un testimonio de la destreza de los antiguos astrónomos y arquitectos y para los mayas anunciaba el inicio de la temporada de siembra de primavera y la cosecha del otoño.
En lo profundo de la pirámide, los arqueólogos descubrieron un templo con una estatua reclinada de chac mool con sus manos ahuecadas para recibir un sacrificio y un majestuoso trono de un jaguar rojo con ojos y manchas de jade.
La pirámide se ubica entre cuatro cenotes encontrados en el sitio, como si fuera el centro del universo. Además de ser la única fuente de agua dulce, los cenotes y cuevas eran lugares sagrados, considerados como la entrada a Xibalbá, el Inframundo, el reino de los dioses. El nombre de Chichén Itzá significa “boca del pozo de los Itzáes.”
El Juego de Pelota
El Juego de Pelota, en la Gran Plaza, es el más grande en el Mundo Maya. Fue aquí donde los mayas jugaban un vertiginoso juego de pelota en el cual los equipos de guerreros tenían que pasar una pelota de hule a través de un anillo de piedra colocado en lo alto de la pared de la cancha usando sus codos, muñecas y caderas, sin patearla ni usar sus manos. Los sacerdotes y nobles estarían presenciando el juego desde la plataforma de observación en el Templo Sur.
El juego de pelota tenía matices religiosos y mitológicos y estaba vinculado a la eterna batalla entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal, la muerte y el renacimiento. Los paneles esculpidos en las paredes de la cancha muestran guerreros, jugadores en atuendos de gala y el ritual de decapitación de uno de los capitanes de equipo.
La acústica en el juego de pelota es increíble – literalmente puede pararse en un extremo y aplaudir y ser escuchado por alguien parado en el otro extremo, a 146 metros de distancia.
El Templo de los Jaguares
El jaguar o balam era un animal sagrado para los mayas; era el portador del sol por su viaje nocturno a través del Inframundo y estaba asociado con la guerra, debido a su ferocidad y fortaleza. No es de sorprender que el jaguar fuera venerado en la ciudad guerrera de los itzáes y que, incluso, tuvieran un templo en su honor.
Los jaguares, guerreros mayas y toltecas, serpientes emplumadas e, incluso, la escena de una batalla, aparecen en los frisos en los templos superior e inferior. El templo inferior también contiene un trono de jaguar.
Tzompantli
Esta plataforma baja en la Gran Plaza era un estante de cráneos en el que se exhibían las cabezas de las víctimas de sacrificios o cautivos. Los grabados de la pared tienen un tema militar y muestran cráneos, guerreros, serpientes y águilas devorando corazones.
Templo de los Guerreros
Construido sobre un templo anterior llamado Chac Mool, el enorme Templo de los Guerreros es famoso por sus columnas cubiertas con grabados de guerreros y sacerdotes; paneles que muestran a Kukulcán emergiendo de las fauces de una serpiente, jaguares y águilas devorando corazones, un mural mostrando un ataque a un pueblo costero por parte de guerreros marinos en canoas, figuras de Atlantes, portadores de estandartes, y un estatua de Chac Mool en el nivel superior rodeado por columnas con serpientes emplumadas que alguna vez sostuvieron el techo del templo. La arquitectura es una combinación de elementos mayas y del centro de México.
EL Patio de las Mil Columnas
Las columnatas al frente y al sur del Templo de los Guerreros originalmente estaban cubiertas con un techo de madera y habrían sido salones que fueron usados durante ceremonias o para reuniones durante las cuales los nobles discutían la política de la ciudad. La columnata se extiende desde el frente del Templo de los Guerreros hacia el noroeste y consiste de 221 pilares, cada uno de ellos grabado con un retrato único de un guerrero, sacerdote, noble o cautivos. El patio formado por estos pasillos albergaba juegos de pelota, templos, baños de vapor y el Mercado, también se cree que había sido el sitio del Popol Nah o salón del consejo.
Cenote Sagrado
A una corta caminata desde la Gran Plaza, a lo largo de un sacbé, se encuentra el Cenote Sagrado, un profundo pozo donde alguna vez se realizaban ceremonias de sacrificios para apaciguar a Chaac, el dios de la lluvia.
El cenote fue dragado durante excavaciones en el pasado y arrojó más de 30,000 objetos incluyendo oro, jade, turquesa, cerámica y los huesos de alrededor de 200 personas, principalmente niños y ancianos.
El Osario
También conocido como la Tumba del Sacerdote Supremo, en referencia a los entierros encontrados en la cueva bajo la pirámide, el Osario fue construido durante el Siglo IX. Los grabados en la pared muestran serpientes, pájaros con la cara de Itzamná, el dios principal en el panteón maya, cacao, frutas, máscaras de Chaac e imágenes de Kukulcán.
Siguiendo el sendero al Observatorio encontrará la Casa del Venado y la Casa Colorada o Chichanchob, dos de los primeros edificios del sitio. Los arqueólogos actualmente están estudiando las inscripciones jeroglíficas encontradas en la Casa Colorada.
El Observatorio
El Caracol, también conocido como el Observatorio, es una torre redonda sobre una plataforma cuadrada que era usada por los antiguos sacerdotes y astrónomos mayas para estudiar el cielo. Cuenta con una plataforma de observación y pozos para reflejar la luz de las estrellas y estaba alineada para captar las puestas del sol y la luna en ambos equinoccios y para marcar la ruta de Venus. Las torres redondas son raras en el Mundo Maya y son una innovación del Centro de México. Los arqueólogos han descubierto que el Observatorio tuvo al menos seis fases de construcción.
Chichén Maya
El grupo de edificios localizado al sur del Observatorio fue construido durante el período de 600 a 900 d.C. en el típico estilo arquitectónico Puuc del suroeste de Yucatán y se caracteriza por elaborados frisos que muestran mascarones con la nariz curva de Chaac, el dios de la lluvia. El edificio más grande es el de Las Monjas, el cual tiene siete fases de construcción y fue llamado “las Monjas” por Diego de Landa, debido a su semejanza con los conventos de España. El Anexo Este y La Iglesia son edificios más pequeños con magníficos frisos superiores.
En la selva más allá de Las Monjas se encuentra el área conocida como Chichén Viejo, así como los edificios más antiguos como son El Templo de la Serie Inicial, la Casa de los Caracoles y el Templo de los Búhos. Pronto será inaugurado un sendero que una algunas de estas agrupaciones, revelando más de los secretos de Chichén.
Pregunte a su Concierge a cerca de paseos a Chichén Itzá
Su Concierge puede ayudarle a planear un paseo a Chichén Itzá. Algunos paseos de un día incluyen visitas al pueblo colonial de Valladolid y nado en cenotes, o también puede arreglar un tour privado con su propio guía o rentar un auto y explorar a su propio ritmo.