Alguien que conoce los senderos de la selva en la Ruta de los Cenotes como la palma de su mano es Luis Ku, el famoso guía de observación de aves que vive en Puerto Morelos.
Originario de Temax, un pequeño pueblo de Yucatán, Luis explica que su amor por la naturaleza se remonta a su juventud. “Nuestro pueblo estaba rodeado de ranchos y selva y había muchas especies de aves.” Luego añade, “Siempre estuve interesado en la naturaleza, las criaturas silvestres y las plantas y salía a buscarlas, hasta que me fui a la universidad en Mérida.”
Luis estudió administración y luego se mudó a Cancún en busca de trabajo. Pasó 17 años administrando el Jardín Botánico de Puerto Morelos y fue ahí que redescubrió su amor por la naturaleza, aprendiendo más acerca de la vida de las aves. Siempre dice, “Noté que el parque era un imán para los ornitólogos y hablaba con ellos, aprendiendo acerca de las especies que estaban buscando. Empezaron a invitarme a ir a observar aves con ellos. Poco a poco, empecé a ofrecer paseos guiados por encargo a la Ruta de los Cenotes, Río Lagartos, Sian Ka’an y otros lugares. Eventualmente, tenía tantos clientes de observación de aves que me fue imposible mantener los dos trabajos, así que dejé el Jardín Botánico.”
México cuenta con 1,080 especies de aves y es uno de los puntos críticos de la biodiversidad en el mundo y más de la mitad de las especies del país se encuentran aquí en la península de Yucatán (550). Incluyen especies tropicales como el tucán y especies de clima templada y también existen muchas aves endémicas, no encontradas en ninguna otra parte en el planeta. Tales riquezas le otorgan un gran potencial, hasta ahora sin explotar, como destino de observación de aves para los 80 millones de entusiastas de esta actividad en el mundo. Luis explica que existen varias zonas excelentes para la observación de aves a corta distancia de Cancún y Puerto Morelos, incluyendo la Ruta de los Cenotes, Cobá, Cozumel, y las Reservas de la Biósfera de Sian Ka’an y Río Lagartos. Un poco más lejos, los sitios arqueológicos de Kohunlich, al sur de Quintana Roo, y de Calakmul, en Campeche, también vale la pena visitar, junto con reservas en los estados de Chiapas y Oaxaca.
Luis explica, “La Ruta de los Cenotes ofrece tres a cinco días de observación de aves, visitando diferentes cenotes como Boca del Puma, Siete Bocas, La Noria y Kin-Há y explorar los senderos en la selva. Han sido registradas en el área entre 250 y 300 especies de aves y éstas son más activas temprano en la mañana. Los observadores de aves pueden echar un vistazo a tucanes y aracaris de collar, chachalacas, varios tipos de trogones, momotos de ceja azul, mosqueros, coloridas tángaras y colibríes. Comenta, “El momoto anida cerca de cenotes, hay búhos pigmeos y blanquinegros y conozco un árbol de ramón que atrae hasta 12 tucanes para comer durante el amanecer.”
Una visita a la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an ofrece la oportunidad de ver especies que habitan en la selva como los trepatroncos, trogones, hormiguero cholino cara negra y tinamú, así como especies de marisma como las garzas, jacana y cigüeñas americanas.
Aunque la increíble vista de miles de flamencos en Río Lagartos es el punto culminante de la visita, Luis explica que la observación de aves inicia a lo largo de la ruta a través de Quintana Roo y Yucatán hacia la reserva, con observaciones de halcones, como el halcón peregrino, halcón guaco, aguililla cola corta y el cernícalo americano. “Se trata de una zona donde pasamos por algunos tramos más abiertos con escasos árboles, un territorio perfecto para las aves de presa. Los humedales de Río Lagartos también son el hogar de especies endémicas como el colibrí cola de tijera y la matraca yucateca y es un área importante para aves migratorias que huyen del invierno de Estados Unidos y Canadá. Las migraciones inician en julio y agosto y alcanzan su máximo en septiembre y octubre y las aves se van en marzo y abril. Las especies migratorias incluyen pelícanos blancos, patos, aves acuáticas y de playa, aves de presa y canoras.”
Cobá y Punta Laguna atraen observadores de aves ávidos de observar el rascón manchado y la polluela canela que habitan en los carrizales que rodean las lagunas y las aves nocturnas como las especies endémicas tapacaminos huil y el tapacaminos yucateco.
Cozumel tiene sus propias especies endémicas como el saltapared de Cozumel, el chipe de Cozumel y un colibrí iridiscente llamado la Esmeralda de Cozumel.
Cuando se le pregunta sobre su experiencia más memorable, Luis dice, “Han sido muchas, por ejemplo, en las selvas del sur se pueden ver aves tropicales como el pavo ocelado que es endémico, hocofaisán, caracara quebrantahuesos, águila elegante y el más grande de todas ellas, el zopilote rey, aunque también son espectaculares los pájaros pequeños como el saltarín cuello blanco y el saltarín cabeza roja.
Nos dice, “La emoción de la observación de aves en Yucatán es caminar los senderos, visitar reservas y encontrar una variedad de aves todos los días. No es como Costa Rica, donde los observadores de aves a menudo están confinados en un escondite para esperar a que aparezcan especies individuales.”
Así es que, la próxima vez que usted visite la Ruta de los Cenotes esté atento para observar aves e, incluso, puede llegar a ver a Luis con su cámara. También puede ver sus magníficas fotos de aves de Yucatán en Facebook.